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Feeding the Soul

Cuando Dios guarda silencio 

PASAJE CLAVE: Juan 11.1–15 | LECTURAS DE APOYO: Salmo 46.10 | Mateo 6.33; 27.46 | Marcos 15.34
Hebreos 7.25; 13.5 | Apocalipsis 8.1

INTRODUCCIÓN:

¿Alguna vez ha pensado usted que
Dios guarda silencio?

Por ejemplo, usted ha orado, ha pedido
dirección para su vida y no hay respuesta.
Quizá sufrió una enfermedad o una molestia
física y pidió a Dios que le sanara; pero parece
que Él no le escuchó. O, acaso ve que sus hijos
andan bastante descarriados y pide a Dios que
les hable al corazón; pero no parece que las
cosas cambien, y cree que Dios guarda silencio;
que está distante, ajeno a sus necesidades.

Cuando hemos sido lastimados, o estamos en
gran necesidad, su silencio pudiera parecernos
difícil de entender. ¿Tiene Dios algún propósito
para esto? Sí. Dios usa el silencio para buscar
nuestra intimidad y crecimiento espiritual con
Él. En medio de los tiempos de sufrimiento
aprendemos a amar al Señor por lo que Él es, y
no por lo que Él puede hacer por nosotros.

DESARROLLO DEL SERMÓN:

¿Cuándo Dios guarda silencio?

La historia de Lázaro es un buen ejemplo de
alguien que era un buen amigo de Jesús, y que
con cierta frecuencia iba a su casa para descansar.
Cuando Lázaro enfermó, sus hermanas enviaron a
decir: «Señor, he aquí el que amas está enfermo»
(Jn 11.3). Le avisaron, creyendo que Él iría
inmediatamente a verlos, porque sabían de su
profundo amor hacia ellos. Tal vez imaginaron
que Él se apresuraría a venir a ellos en su angustia
familiar. Pero, en vez de salir corriendo para 
consolarlas, Jesús «se quedó dos días más en el
lugar donde estaba» (Jn 11.6). Sin duda, Marta y
María estaban extrañadas del silencio del Señor,
pero Él tenía razón por la tardanza. Cuando Jesús
finalmente fue a verlos, pudo glorificar al Padre
levantando a Lázaro de entre los muertos.

¿A qué se debe que Dios guarde silencio?

Mateo 6.33 dice: «Mas buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas». Aunque creemos esta verdad
del evangelio, muchas veces Dios continúa en
silencio. Lo más seguro es que todos lo hayamos
experimentado si hemos orado y pedido por una
decisión importante, y no ocurre nada. Pero en el
momento menos esperado, Él recompensa nuestra
expectativa al darnos clara dirección sobre lo que
hemos estado pidiendo.

La «demora de Dios» podría impacientarnos
hasta el punto de llegar a cuestionar muchas
cosas acerca de Dios. Así que, en esas situaciones
debemos preguntar: «Señor, ¿qué es lo que deseas
hacer?». En Apocalipsis 8.1 durante, la Gran
Tribulación, se nos enseña a esperar: «cuando
abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el
cielo como por media hora». Las dimensiones
del silencio de Dios son muy buenas y positivas.

Razones para el silencio de Dios:

I Captar nuestra atención: ¿Estamos prestando
atención a la voz del Señor? A veces el mundo
nos tiene atrapados en lo que está sucediendo y
por lo tanto no lo escuchamos, o lo ignoramos.
No hay tiempo para Él, y lo silenciamos. 

 Recuerde: Dios no está sujeto a nuestras órdenes,
a venir cuando le llamemos o que haga lo que
nosotros queramos. Él quiere captar nuestra
atención y para lograrlo, «guarda silencio».

I Pecado no confesado: ¿Hay pecado en su
vida? El pecado nos impide escuchar la voz de
Dios. Cuando confrontamos nuestro pecado, Él
quita todo lo que causa daño en nuestras vidas y
establece una nueva comunicación. Él quiere que
seamos conscientes de todo lo que nos hace
insensibles a su voluntad y a su propósito.

I No estamos listos para escucharlo: ¿Estamos
listos a ceder el control de nuestra vida? Cuando
logremos entender que Él es el único soberano
del universo a quien rendimos el primer lugar de
nuestras vidas y que solo a Él debemos obedecer,
en ese momento nos dará nueva dirección en
nuestra vida.

I Nos enseña a confiar en Él: ¿Estamos
confiando en el Padre celestial? Manipular nuestras
circunstancias impide que aprendamos a confiar
plenamente en Dios. Queremos honrarlo, pero
nos da miedo confiar en Él si «guarda silencio». Si
está en silencio no es que haya cambiado o que
esté inactivo, ni tampoco que no haya escuchado.
Recuerde su promesa: «No te desampararé, ni te
dejaré» (He 11.5).

I Nos enseña a distinguir plenamente entre
su voz y otras voces:
Recuerdo que cuando yo
era niño, tenía cinco amigos y jugábamos todas
las tardes. Sabíamos que a la hora de la cena
nuestras madres nos llamarían. Yo podía distinguir
la voz de mi madre de las otras madres. Muchos
nos aconsejarán sobre lo que debemos hacer,
pero el estar a solas con Dios en silencio, nos
enseñará a distinguir entre lo que Él nos diga y lo
que otros puedan decirnos.

I Desea la intimidad con nosotros: Su meta es
tener relación muy profunda y firme con cada uno
de nosotros. Él quiere que confiemos solo en
estar en la presencia de Dios, que vayamos más
allá de: «Necesito esto o quiero aquello».

 ¿Cómo debemos reaccionar?

I Preguntando a Dios ¿Por qué? A Dios no le
molesta que le preguntemos. Nos comprende a la 
perfección; sabe realmente lo que nos motiva.

I Recordando que su silencio no quiere decir
que Él esté inactivo
sino que está haciendo algo
bueno en nosotros.

I Confiando en Él con quietud; creyendo,
«Estad quietos, y conoced que yo soy Dios»
(Sal 46.10). Él es soberano, y en el momento
apropiado confrontará todo lo que nos afecte o
preocupe; así lo ha prometido.

I Anticipando una relación más intima con
Él.
Dios se interesa personalmente por nosotros,
solo debemos esperar el tiempo oportuno. Si
guarda silencio es porque quiere acercarnos para
que tengamos una relación más estrecha con Él,
según se lo permitamos.

I Respetando su derecho al silencio. Dios
no tiene ninguna obligación con nosotros. Se lo
podremos preguntar pero no tenemos por qué
saberlo. Puede ser que Él guarde silencio para que
entendamos que Él merece respeto en la decisión
que planeó con antelación para nosotros.

I Leyendo la Palabra de Dios. El Espíritu Santo
que habita en nosotros, que conoce nuestra
necesidad, y cada detalle de nuestra vida, hablará
a nuestro ser al leer su Palabra.

CONCLUSIÓN:

El silencio de Dios es excelente, nos ayuda a
refinar nuestro carácter y a entender las
bendiciones de su voluntad, plan y propósito
para nuestras vidas. Su distancia aparente se
convertirá en nuestra oportunidad para buscarlo
con más intensidad. Si logramos relación estrecha
con Dios, llegaremos a tener la mente de Cristo,
su amor, y su voluntad para nuestra vida. En este
punto del camino, habremos apredido a entender
que su silencio tiene como propósito bendecirnos
en la intimidad con Él.


Comida para el alma traída a ti por BBGministries.com  


 

March 18, 2015 Posted by | Devociónal, el pan diario, sermon cristiano, Uncategorized | , , , , , , , | Leave a comment

¿Qué te dice Dios cuando esta en silencio?

Dios mío, Dios mío,
no guardes silencio;
no te quedes callado
y sin hacer nada. (Salmos 83:1 TLAD)

¿Que te dice Dios cuando esta en silencio?
A todos nos agrada saber que podemos comunicarnos con Dios.

Que podemos hablarle y que El se relaciona con nosotros.

¿Pero como nos relacionamos con los momentos en que esta en silencio?

¿En aquellos instantes en que creemos que mas que nunca El debería hablarnos, porque necesitamos su guía, necesitamos su consejo, necesitamos su apoyo?

Son en esos pasajes de nuestra vida que deseamos fervorosamente que se manifieste.

Como el niño en sus primeros pasos que al ver los brazos extendidos de sus padres también ve el abismo y el mareo de estar erguido. Seguramente el desea que hables, que le digas no pasara nada, no te caerás!!!! Pero solo escucha el silencio activo de lo que vendrá si elige hacerlo.

O el caso de Pedro que solo escuchó a Jesús decirle “ven” y luego solo silencio mientras sacaba el pie del bote y dejaba detrás la historia y al resto de los mortales que nunca se animaron a caminar sobre el agua…, solo había silencio…

O el silencio de Bartimeo que cuando clamó misericordia al desear dejar de estar ciego y mientras todos le decían que se quedase allí tirado mendigando El Señor Jesús solo hacia silencio.
Esos silencios que uno espera que no sucedan pero que allí están mientras tu debes ir por mas…
¿Que te está diciendo Dios esta semana en medio de sus silencios? ¿Que es lo que debe suceder para pararte como un niño, caminar sobre el agua o empezar a ver lo que no veías?

Los silencios de Dios son invitaciones a que seas protagonista de este momento.

El esta en silencio acompañándote, apoyándote. No te ha dejado solo. Simplemente espera que seas el personaje principal de tu historia, que tomes acción y generes ese gran momento para el que te creo, que te pares ante la adversidad y sigas de pie.

Dios está esperando que hagas de esta semana la mejor semana de tu vida.

Y seguro luego del silencio vendrá su voz… Vendrá su mano sosteniéndote, vendrá su apoyo.

Escríbeme aquí support@bbgministries.com y visita bbgministries.com para ver archivos de programación cristiana!…

February 5, 2015 Posted by | el pan diario, sermon cristiano | , , , , , , , | Leave a comment

Mi identidad como cristiano

Mi identidad
Versículo clave:Génesis 3:3-5; Mateo 4:2-3

Introducción.
Cuántos de ustedes saben quién son? Saben su nombre, apellido, dirección etc.; Ahora, Cuantos conocen su identidad como Cristianos? O sea, lo que son, lo que tienen y lo que pueden en Cristo?

Les pregunto en este momento: si murieran en este instante, donde pasarían el resto de la eternidad? En el cielo o en el infierno?

Si tu respuesta es: No lo sé, y ya recibiste a Cristo en tu corazón, entonces tienes un problema de identidad.

Y si tu respuesta es: No lo sé, y aun no has aceptado a Jesús como tu Señor y salvador, entonces tienes razón de preocuparte en donde pasaras la eternidad.

I. El valor de la identidad

Nuestra identidad es algo muy valioso, si no sabemos quiénes somos, entonces no sabremos a donde vamos. Como cristianos nacidos de nuevo por la fe en Jesucristo, tenemos una nueva identidad, un propósito, un destino; pero nuestro enemigo se ha encargado de distorsionar esa identidad con sus mentiras y falsas creencias, anulando así, toda efectividad y poder en nuestra vida.

• Vemos en Génesis 3:3-5 como engaño a la mujerdistorsionando su identidad

• También en Mateo 4:2-3 intento hacer lo mismo con Jesús pero sin ningún resultado.

• Satanás continua atacando esa área de la vida del creyente porque sabe que mientras más lejos estemos de nuestra identidad, más cerca estaremos del fracaso.

II. Significados de la identidad

1. Identidad.- cualidad de idéntico. Idéntico significa: “Igual”, “lo mismo”

2. El segundo significado de identidad, es un significado jurídico. Identidad, en este sentido, es el hecho de ser una persona o cosa la misma que se supone o se busca. Eje: Credencial electoral, cartilla o pasaporte y en el caso de los vehículos la tarjeta de circulación y\o factura

III. Cual es mi identidad sin Cristo?

a) Nuestra verdadera identidad no proviene de lo que soy o lo que he logrado, sino de lo que Dios ha hecho en mí. (Fil 3:4-9)

b) El mundo me da una identidad especifica y se basa en:

1. Quienes son mis padres?
2. Que nacionalidad tengo?
3. Que profesión o trabajo realizo? Etc.

c) La Biblia declara que sin Cristo éramos: (Efesios 2:1-3)

1. Hijos de desobediencia
2. Hijos de ira
3. Hacíamos la voluntad de la carne

IV. Conclusión

Debemos estar seguros de nuestra identidad en Cristo Jesús. Efesios 2:13 dice: “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido cercanos por la sangre de Cristo”

Comida para el alma –> BBGministries.com

January 2, 2015 Posted by | Devociónal, sermon cristiano | , , , , | Leave a comment

Permite que Dios Resuelva tu Problema

“Pero ustedes no tendrán que intervenir en esta batalla. Simplemente, quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el SEÑOR les dará. ¡Habitantes de Judá y de Jerusalén, no tengan miedo ni se acobarden! Salgan mañana contra ellos, porque yo, el SEÑOR, estaré con ustedes.” (2 Crónicas 20:17 NVI)

Lo que Dios le dice a Josafat en este pasaje y lo que nos recuerda hoy día a nosotros, es lo siguiente: “La batalla no es tuya, es mía No tienes que luchar en ella.”.

En otras palabras, es un problema de Dios. Permítele a Él resolver tu Problema.

El hecho es, que si eres un hijo de Dios, entonces tus problemas son sus problemas. Y Él es mucho más bueno que nosotros, luchando nuestras batallas y solucionando nuestros problemas. Tu trabajo es confiar en que Él lo hará. Tal vez la razón por la que tantos cristianos están cansados, fatigados y desalentados, es porque piensan: “Todo depende de mí”.

El día que renuncies como Director General del Universo, te vas a dar cuenta que esa situación no colapsó. Puedes relajarte en fe, confiando en que Dios es capaz de manejar las cosas sin tu ayuda.

Este pasaje nos dice dos veces: “No tengas miedo”, y “no te desanimes.” Cuando te enfrentas a una situación aparentemente imposible, no tengas miedo, y no te desanimes. ¿Alguna vez Dios perdió una batalla? No. Él no pierde batallas.

Dios le dice a Josafat: “Tomen sus posiciones y manténganse firmes”. ¿Qué significa mantenerse firme? Significa tener una actitud mental de tranquilidad y confianza.

Te mantienes firme en dos cosas:

El carácter de Dios. Él es fiel. Él no nos trae hasta aquí, sólo para defraudarnos. No te llevará hasta un extremo y luego te llevará a otro extremo. Ten fe en la naturaleza y el carácter de Dios.
La verdad de su Palabra. La Palabra de Dios es fiel. Puedes contar con las promesas que se encuentran en la Biblia.

Habla sobre esto

–>¿Cómo podría impedirte tu orgullo dejar que Dios pelee tus batallas?

–>Haz una lista de las cosas que sabes que son verdad sobre el carácter de Dios.

–>¿De qué manera estas verdades cambian tu vida hoy?

December 4, 2014 Posted by | el pan diario, sermon cristiano | , , , , | Leave a comment

¿Qué dice la Biblia acerca de la guerra espiritual?

COMIDA PARA EL ALMA TRAÍDA A USTEDES POR BBGministries!

Pregunta: “¿Qué dice la Biblia acerca de la guerra espiritual?”

Respuesta: Hay dos errores primarios cuando se habla de guerra espiritual: sobre-enfatizarla y subestimarla. Algunos culpan de cada pecado, cada conflicto y cada problema a los demonios que necesitan ser expulsados. Otros ignoran completamente la realidad espiritual, y el hecho de que la Biblia nos enseña que nuestras batallas son contra poderes espirituales. La clave para el éxito en la guerra espiritual es encontrar el balance bíblico. Algunas veces Jesús expulsó demonios de la gente, y algunas veces sanó a la gente sin mencionar lo demoníaco. El apóstol Pablo enseñó a los cristianos a librar batallas contra el pecado en ellos mismos (Romanos 6), y a librar batallas en contra del maligno (Efesios 6:10-18).

Efesios 6:10-12 declara, “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Este pasaje nos enseña algunas verdades cruciales; (1) Sólo podemos estar fuertes en el poder del Señor, (2) Es la armadura de Dios la que nos protege, (3) Nuestra batalla es contra fuerzas espirituales de maldad en el mundo.

(1) Un poderoso ejemplo de esto es el arcángel Miguel en Judas verso 9. Miguel, como el más poderoso de todos los ángeles de Dios, no reprendió a Satanás en su propio poder, sino que dijo “El Señor te reprenda.” Apocalipsis 12:7-8 dice que en el final de los tiempos, Miguel derrotará a Satanás. Aún así, cuando se presentó su conflicto con Satanás, Miguel reprendió a Satanás en el nombre y autoridad de Dios, no en la suya propia. Es sólo a través de nuestra relación con Jesucristo que nosotros, como cristianos, tenemos alguna autoridad sobre Satanás y sus demonios. Es sólo en Su nombre que nuestra reprensión tiene algún poder.

(2) Efesios 6:13-18 nos da una descripción de la armadura espiritual que Dios nos da. Debemos estar firmes con (a) el cinturón de la verdad, (b) la coraza de justicia (c) el Evangelio de la paz, (d) el escudo de la fe, (e) el yelmo de la salvación, (f) la espada del Espíritu, y (g) orando en el Espíritu. ¿Qué es lo que estas piezas de la armadura espiritual representan para nosotros en la guerra espiritual? Debemos hablar la verdad contra las mentiras de Satanás. Debemos descansar en el hecho de que somos declarados justos por el sacrificio que Cristo hizo por nosotros. Debemos proclamar el Evangelio, sin importar cuánta resistencia recibamos. No debemos vacilar en nuestra fe, no importa cuán fuertemente seamos atacados. Nuestra defensa principal es la seguridad de que tenemos nuestra salvación, y el hecho de que las fuerzas espirituales no pueden quitárnosla. Nuestra arma ofensiva está en la Palabra de Dios, no en nuestras propias opiniones y sentimientos. Debemos seguir el ejemplo de Jesús en reconocer que algunas victorias espirituales sólo son posibles a través de la oración.

Jesús es nuestro mejor ejemplo para la guerra espiritual. Observa cómo Jesús manejó los ataques directos de Satanás: “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a Él el tentador, y le dijo; Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está; No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.” (Mateo 4:1-11) La mejor manera de combatir a Satanás es la manera que Jesús nos mostró y que fue citando la Escritura, porque el diablo no puede manejar la espada del Espíritu, la Palabra del Dios Viviente.

El mejor ejemplo de cómo no comprometerse en una guerra espiritual fueron los siete hijos de Esceva. “Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo; Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el espíritu malo, dijo; A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.” (Hechos 19:13-16). ¿Cuál fue el problema? Los siete hijos de Esceva estaban usando el Nombre de Jesús. Eso no es suficiente. Los siete hijos de Esceva no tenían una relación con Jesús, por lo tanto sus palabras eran carentes de cualquier poder o autoridad. Los siete hijos de Esceva se estaban basando en una metodología. Ellos no se basaban en Jesús, y no estaban empleando la Palabra de Dios en su guerra espiritual. Como consecuencia, recibieron una humillante golpiza. Aprendamos de su mal ejemplo y manejemos las batallas espirituales como lo describe la Biblia.

En resumen, ¿cuáles son las claves para el éxito en la guerra espiritual? Primero, que nos apoyemos en el poder de Dios, no en el nuestro. Segundo, reprendamos en el Nombre de Jesús, no en el nuestro. Tercero, protegernos con toda la armadura de Dios. Cuarto, librar nuestras batallas con la espada del Espíritu – La Palabra de Dios. Por último, debemos recordar que aunque libramos batallas contra Satanás y sus demonios, no cada pecado o problema es un demonio que necesita ser reprendido. “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó” (Romanos 8:37).

November 24, 2014 Posted by | el pan diario, sermon cristiano, Uncategorized | , , , , | Leave a comment

Que es un discipulo,autentico

Que es un discipulo,autentico
Intro de la serie ‘Como ser y hacer un discípulo’
Director Farin Estrada
BBGministries
877-495-6201

Hablar de discipulado es hablar de transferencia de vida. Jesús hablaba de un proceso, no de un suceso, en el que van involucrados variedad de asuntos y disciplinas espirituales.

Lamentablemente, hablando de los hermanos que forman nuestras congregaciones, buena parte de ellos no entienden a profundidad, los conceptos de discipulado y compromiso de vida. Me pregunto con frecuencia, ¿cuánto entiende el creyente sobre lo que es el verdadero compromiso? Creo que en las iglesias abundan los espectadores itinerantes, cuya búsqueda, de iglesia en iglesia, es más el reflejo de su propia frustración por falta de compromiso que profundidad en su caminar con Cristo. Ciertamente en la Biblia encuentro, en la vida y palabras de Jesús, un indicativo creciente de compromiso y dedicación. Hablar de discipulado y compromiso no es nada popular. Si yo dictara en la iglesia un estudio sobre profecía, seguramente las multitudes se agolparían buscando un espacio para el aprendizaje; pero, si dirigiera un estudio, ya sea sobre la vida de oración, o la importancia de las buenas relaciones entre los unos y los otros, o cómo invertir mis recursos en la obra de Dios, los interesados serían unos cuantos. Hoy en día sabemos de iglesias que crecen; pero me pregunto, ¿crecen como el pasto (césped, grama), a lo largo y alto pero con poca profundidad?, o, ¿como verdaderos robles? Urge que, como líderes, nos demos a la tarea de experimentar lo que Pablo decía: «dolores de parto» (¡Oh mis hijos queridos! Siento como si volviera a sufrir dolores de parto por ustedes, y seguirán hasta que Cristo se forme por completo en sus vidas. (Gálatas 4:19 NTV)) en el esfuerzo de formar la vida de Cristo en otros.

Es una relación de maestro- alumno, basada en el modelo de Cristo y sus discípulos, en la cual el maestro reproduce en el estudiante la plenitud de vida que él tiene en Cristo, en tal forma que el discípulo se capacita para adiestrar y enseñar a otros.

Es el compromiso personal y permanente del cristiano con la persona de Jesucristo y el Espíritu Santo de obedecerle. Es el permanente señorío de Jesús en el creyente, en otras palabras, es el sometimiento total permanente del cristiano a la Palabra de Dios, la Biblia, bajo el control y dirección del Espíritu Santo.

El discípulo de Cristo es un creyente que refleja un constante crecimiento espiritual a la medida de la estatura de Cristo. En consecuencia, tiene vida de oración y es efectivo en el evangelismo y en el discipulado, porque actúa bajo la dirección, control y poder del Espíritu Santo. Existen algunos enunciados que en lo particular me han ayudado a entender más a fondo el concepto de ser un auténtico discípulo de Cristo Jesús. En el presente artículo mencionaré los primeros diez, tomando conciencia de que las consideraciones tratadas pueden ser ampliadas y estudiadas por los lectores.

El creyente suele esperar panes y peces; el discípulo es un pescador. Hay creyentes cuya tarea principal es consumir lo que el reino ofrece. Van a la iglesia, se hacen miembros, pero pocas veces, si no es que nunca, ponen al servicio del Señor todo lo que son y lo que hacen. Son espectadores, a estos debemos pasar al escenario, y convertirlos en auténticos pescadores de hombres y mujeres.

El creyente lucha por crecer; el discípulo por reproducirse. El creyente común no piensa en los demás sino en sí mismo. Dice: «¿qué puedo obtener de esta situación?», o, «¿en qué me va a beneficiar este asunto?». Está centrado en sí mismo y poco piensa en los demás. El verdadero discípulo se reproduce, siguiendo una filosofía de flujo, que consiste en compartir con los demás todo lo que recibe.

El creyente se gana; el discípulo se hace. Las personas que responden positivamente a una invitación en un esfuerzo evangelístico no pueden ser contadas como discípulos de Cristo, sino como personas interesadas en conocer más de Dios. Dice Billy Graham que «cuesta diez por ciento de esfuerzo ganar a una persona para Cristo, pero cuesta noventa por ciento hacer que permanezca en la fe».

El creyente depende en gran parte de los pechos de la madre (el pastor); el discípulo ha sido destetado para servir (1 Sa 1.2324). Muchos creyentes inmaduros esperan que el pastor se haga responsable de su crecimiento espiritual. Cuando no están dando evidencias claras de su fe en Cristo Jesús, inmediatamente responsabilizan a otro de su mal desempeño como cristianos.

Al contrario, el discípulo comprometido, busca su propio alimento, y está listo para servir a los demás.

El creyente gusta del halago, el discípulo del sacrificio vivo. Si dentro del pueblo cristiano no estuviéramos tan preocupados por los reconocimientos, ya habríamos alcanzado a nuestros países para Cristo. La demanda del apóstol Pablo fue por demás contundente: «que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo».

El creyente entrega parte de sus ganancias; el discípulo entrega su vida. Considero que uno de los problemas más serios que se dan en la iglesia de Cristo es el dualismo que se establece. Por un lado, está Dios como ser espiritual; y nosotros, muy distantes como sus criaturas. Esta dualidad se ve cuando muchos cristianos hablan del día del Señor, pasando por alto que todos los días son del Señor; dicen que el diezmo es de Dios, cuando en realidad el 100% es de Dios; que el templo es la casa de Dios, sin embargo, olvidan que cada creyente es templo del Espíritu Santo de Dios. Sí, Dios no desea poco de nosotros, lo desea todo.

El creyente puede caer en la rutina; el discípulo es revolucionario. Uno de los grandes peligros del creyente en Cristo Jesús, es el quedarse atascado en los triunfos del ayer. La vida se caracteriza por el cambio, y en especial la vida en Cristo. Lamentablemente hay creyentes, así como iglesias completas, que caen en lo que yo llamo demencia cristiana, que no es otra cosa que el simple hecho de hacer las mismas cosas, esperando resultados diferentes. Un discípulo auténtico y comprometido, busca el cambio, el avance, conquista áreas que antes no había vencido, y no vive solamente de los triunfos del pasado.

El creyente busca que lo animen; el discípulo procura animar. Uno de los conceptos que más atraen mi atención en la vida de todo discípulo, es el entusiasmo, que no es otra cosa que «Dios dentro». Lamentablemente las iglesias están llenas de individuos que buscan experiencias que los animen, que los llenen, etcétera; pero cuando la iglesia no cumple las expectativas que ellos tienen, entonces, buscan una iglesia que sí «los llene»; y cuando esa nueva iglesia ya no llena sus anhelos, buscan una nueva, y así es el resto de la historia. Sin embargo, Dios ha formado un tipo de persona excepcional, el discípulo; por sí mismo anima, alienta, llena, ya que la vida abundante que recibe de Cristo Jesús cada día es su fuente esencial de gozo y paz, y no depende de las circunstancias para ello.

El creyente espera que le asignen tareas; el discípulo es solícito en asumir responsabilidades. A lo largo de mi ministerio me he encontrado con personas que dicen: «siervo, cuando necesite de algo, solamente llámeme», y luego se retiran sin la menor intención de participar, pero descansados de que por lo menos «se pusieron a la disposición de Dios». Lo cierto es que el discípulo hace tres cosas en este aspecto: Primero, identifica necesidades; segundo, usa los dones que Dios le ha dado para llenar esas necesidades; y en tercer lugar, continúa su capacitación para darle a Dios el servicio que él merece. El discípulo sabe que no necesita de «cargos» eclesiásticos para servir a Dios, sino que busca servirlo con amor y excelencia.

El creyente murmura y reclama; el discípulo obedece y se niega a sí mismo. Estoy convencido de que uno de los pecados que más daño han causado a la iglesia de todos los tiempos es la murmuración y el chisme. Los púlpitos a menudo son el lugar donde los pastores comunicamos nuestra profunda frustración cuando en la iglesia hay murmuraciones y chismes, y creo que pocas veces se llega a comprender la seriedad de semejante práctica pecaminosa. Ejemplo En días pasados una iglesia prometio delante de Dios, no hablar de nadie que no estuviera presente para defenderse, y cuando tuviéra alguna queja contra alguien, seguir el patrón bíblico en cuanto a la confrontación y reconciliación. No me cabe la menor duda de que el creyente que se convierte en discípulo «se desviste» de la práctica pecaminosa de la murmuración.

Es el anhelo de mi corazón que los pastores y líderes de iglesias nos demos a la tarea de hacer discípulos, que por cierto fue el corazón de la gran comisión de nuestro Señor y Salvador Jesúcristo.

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August 30, 2013 Posted by | el pan diario, sermon cristiano | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | 1 Comment

LA SUPREMACÍA DE DIOS

“Pensabas que de cierto sería yo como tú” (Sal. 50:21)
En una de sus cartas a Erasmo, Lutero decía: “Vuestro concepto de Dios es demasiado humano”. El renombrado erudito probablemente se ofendió por tal reproche que procedía del hijo de un minero; sin embargo, lo tenía perfectamente merecido.

Nosotros, también, aunque no tengamos lugar entre los líderes religiosos de esta era degenerada, presentamos la misma denuncia contra la mayoría de los predicadores de nuestros días y contra quienes, en lugar de escudriñar las Escrituras por sí mismos, aceptan perezosamente las enseñanzas de sus denominaciones.

En la actualidad, y casi en todas partes, se sostienen los más deshonrosos y degradantes conceptos acerca de la autoridad y el Reino del Todopoderoso. Para incontables millares, incluso entre los que profesan ser cristianos, el Dios de las Escrituras es completamente desconocido.

En la antigüedad, Dios se quejó a un Israel apóstata: “Pensabas que de cierto sería yo como tú” (Sal. 50:21). Tal ha de ser ahora su acusación contra una cristiandad apóstata. Los hombres imaginan que al Altísimo le mueven, no los principios, sino los sentimientos. Suponen que su Omnipotencia es una invención vacía y que Satanás puede desbaratar Sus designios a su antojo. Creen que si en realidad El se ha forjado un plan o propósito, ha de ser como los suyos, constantemente sujetos a cambios. Declaran abiertamente que sea el que fuere el poder que posee, ha de ser restringido, no sea que invada el territorio del “libre albedrío” del hombre y lo reduzca a una “maquina”.

Rebajan la eficaz expiación, la cual redimió a todos aquellos por los cuales fue hecha, hasta hacer de ella una simple “medicina” que las almas enfermas por el pecado pueden usar si se sienten dispuestas a ello; y desvirtúan la obra invencible del Espíritu Santo, convirtiéndola en una “oferta” del Evangelio que los pecadores pueden aceptar o rechazar a su agrado.

El “dios” del presente siglo veinte no se parece más al Soberano Supremo de la Sagrada Escritura de lo que la confusa y vacilante llama de una vela se parece a la gloria del sol de mediodía. El “dios” del cual suele hablarse desde el púlpito, el que se menciona en gran parte de la literatura religiosa actual, el que se predica en la mayoría de las llamadas conferencias Bíblicas, es una invención de la imaginación humana, una ficción del sentimentalismo sensiblero.

Los idólatras que se encuentran fuera de la cristiandad se hacen “dioses” de madera o de piedra, mientras que los millones de idólatras que se hallan dentro de la cristiandad se elaboran “dioses” producto de sus propias mentes. En realidad, no son otra cosa que ateos, ya que no hay otra alternativa posible sino creer en un Dios absolutamente supremo o no creer en Dios. Un “dios” cuya voluntad puede ser resistida, cuyos designios pueden ser frustrados, y cuyos propósitos pueden ser derrotados, no posee derecho alguno a la deidad, y lejos de ser objeto digno de adoración, merece solamente desprecio.

La distancia infinita que existe entre las más poderosas criaturas y el Creador Todopoderoso es prueba de la supremacía del Dios viviente y verdadero. El es el Alfarero, ellas no son más que barro en sus manos, que pueden ser transformadas en vasos de honra, o desmenuzadas (Sal. 2:9) a su gusto.

Como alguien decía, si todos los ciudadanos del cielo y todos los habitantes de la tierra se unieran en rebelión contra El, no le ocasionarían inquietud alguna, y ello tendría menos efecto sobre su trono eterno e invencible del que tiene sobre la elevada roca de Gibraltar la espuma de las olas del Mediterráneo. Tan pueril e impotente para afectar al Altísimo es la criatura, que la Escritura misma nos dice que cuando los príncipes gentiles se unan con Israel apóstata para desafiar a Jehová y su Cristo, “él que mora en los cielos se reirá” (Sal. 2:4)

La supremacía absoluta y universal de Dios está positivamente declarada en muchos lugares de la Escritura que no admite duda. “Tuya es, oh Jehová, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza… Y Tú señorearás a todos” (1Crón. 19:11,12).

Nótese que dice “señorearás” ahora, no “señorearás en el Futuro”. “Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres Tú Dios en los cielos, y te enseñorearás en todos los reinos de las Gentes? ¿No está en tu mano toda fuerza y poder, que no hay quien (ni siquiera el diablo) te resista?” (2Crón. 20:6).

Pero él es Único; ¿quién le hará desistir? Lo que su alma desea, El lo hace”. El Dios de la Escritura no es un monarca falso, ni un simple soberano imaginario, sino Rey de reyes y Señor de señores. “Yo conozco que todo lo puedes y que no hay pensamiento que se esconda de ti” (Job 42:2), o como alguien ha traducido, “ningún propósito tuyo puede ser frustrado”. El hace todo lo que ha designado. Cumple todo lo que ha decretado. “Nuestro Dios está en los cielos: Todo lo que quiso ha hecho” (Sal. 115:3); y, ¿por qué? Porque “no hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo contra Jehová” (Prov. 21:30).

La supremacía de Dios sobre las obras de sus manos está descrita de manera vívida en la Escritura. La materia inanimada y las criaturas irracionales cumplen los mandatos de su Creador. A su mandato el mar Rojo se dividió, y sus aguas se levantaron como muros (Exo. 14); la tierra abrió su boca y los rebeldes descendieron vivos al abismo (Núm. 16). Cuando El lo ordenó, el sol se detuvo (Jos. 10); y en otra ocasión volvió diez grados atrás en el reloj de Acaz (Isa. 38:8).

Para manifestar su supremacía, hizo que los cuervos llevaran comida a Elías (1Rey. 17), que el hierro nadara sobre el agua (2Rey. 6), cerró la boca de los leones cuando Daniel fue arrojado al foso, e hizo que el fuego no quemara cuando los tres jóvenes hebreos fueron echados a las llamas. Así que, “todo lo que quiso Jehová, ha hecho en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos” (Sal. 135:6).

` La Supremacía de Dios se demuestra también en su gobierno perfecto sobre la voluntad de los hombres. Estudiemos cuidadosamente Éxodo 34:24. Tres veces al año, todos los varones de Israel debían dejar sus hogares e ir a Jerusalén, vivían rodeados de pueblos hostiles que les odiaban por haberse apropiado de sus tierras. Siendo así, ¿qué impedía que los cananitas, aprovechando la ausencia de los hombres, mataran a las mujeres y los niños, y tomaran opresión de sus posesiones?

Si la mano del todopoderoso no estuviera incluso sobre la voluntad de los impíos, ¿cómo podía prometer que nadie ni siquiera “desearía” sus tierras? “Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de Jehová: a todo lo que quiere lo inclina” (Prov. 21:1). Habrá sin embargo quien ponga en duda una y otra vez esto, leemos en la Escritura, cómo aquellos hombres desafiaron a Dios, resistieron su voluntad, quebrantaron sus mandamientos, desestimaron sus amonestaciones, e hicieron oídos sordos a sus exhortaciones.

Sí, es cierto; pero, ¿anula esto lo que hemos dicho anteriormente? Si es así, entonces la Biblia se contradice manifiestamente a sí misma. Pero esto no puede ser. El que hace esta objeción se refiere únicamente a la impiedad del hombre contra la palabra externa de Dios, mientras que lo que hemos mencionado es lo que Dios se ha propuesto en sí mismo. La norma de conducta que El nos ha dado no es cumplida perfectamente por ninguno de nosotros; sin embargo, sus propios “consejos” eternos son cumplidos hasta el más minucioso de los detalles.

La Supremacía absoluta y universal de Dios se afirma con igual claridad y certeza en el Nuevo Testamento. Ahí se nos dice que Dios “hace todas las cosas según el consejo de su voluntad” (Efe. 1:11), “hace” en griego, significa “hacer efectivo”. Por esta razón, leemos: “Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amen”. (Rom. 11:36). Los hombres pueden jactarse de ser agentes libres, con voluntad propia, y de que son libres de hacer lo que les plazca, pero a aquellos que, jactándose, dicen: “Iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y compraremos mercadería y ganaremos…”, la Escritura advierte: “En lugar de los cual deberías decir: Si el Señor quisiere” (Stgo. 4:13,15).

He aquí, pues, lugar de descanso para el corazón. Nuestras vidas no son el producto de un destino ciego, ni el resultado de la suerte caprichosa, sino que cada detalle de las mismas fue ordenado por el Dios viviente y soberano. Ni un solo cabello de nuestras cabezas puede ser tocado sin su permiso. “El corazón del hombre piensa su camino: mas Jehová endereza sus pasos” (Prov. 16:9). ¡Qué certeza, poder y consuelo debería de proporcionar esto al verdadero cristiano! “En tu mano están mis tiempos” (Sal. 31:15). Así, permítanme decir: “Calla delante de Jehová, y espera en él” (Sal. 37:7).

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March 1, 2013 Posted by | el pan diario, sermon cristiano, Uncategorized | , , , , , , , , , | Leave a comment

LA OMNISCIENCIA DE DIOS

Cap. 2
LA OMNISCIENCIA DE DIOS
“ No existe cosa creada que no sea manifiesta en su presencia. Más bien, todas están desnudas y expuestas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”. (Heb. 4:13).
Dios es omnisciente, lo conoce todo: todo lo posible, todo lo real, todos los acontecimientos y todas las criaturas del pasado, presente y futuro. Conoce perfectamente todo detalle en la vida de todos los seres que están en el cielo, en la tierra y en el infierno (Dan. 2:22). “Conoce lo que hay en las tinieblas”.

Nada escapa a su atención, nada puede serle escondido, no hay nada que pueda olvidar. Bien podemos decir con el salmista: (Sal. 139:6). “Tal conocimiento me es maravilloso; tan alto que no lo puedo alcanzar” Su conocimiento es perfecto; nunca se equivoca, ni cambia, ni pasa por alto alguna cosa. ¡Sí, tal es Dios al que tenemos que dar cuenta!

Sal. 139:2-4; “Tú conoces cuando me siento y cuando me levanto; desde lejos entiendes mi pensamiento. Mi caminar y mi acostarme has considerado; todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y tú, oh Jehová, ya la sabes toda”. ¡Qué maravilloso ser es el Dios de la Escritura! Cada uno de sus gloriosos atributos debería de honrarle en nuestra estimación.

La comprensión de su omnisciencia debería de inclinarnos ante El en adoración. Con todo ¡Cuán poco meditamos en su perfección divina! ¿Es ello debido a que, aun el pensar en ella, nos llena de inquietud?

¡Cuán solemne es este hecho; nada puede ser escondido a Dios, (Eze. 11:5). “Diles yo he sabido los pensamientos que suben de vuestros espíritus” Aunque sea invisible para nosotros, nosotros no lo somos para él. Ni la oscuridad de la noche, ni la más espesa cortina, ni la más profunda prisión pueden esconder al pecador de los ojos de la Omnisciencia. Los árboles del huerto fueron incapaces de esconder a nuestros primeros padres.

Ningún ojo humano vio a Caín cuando asesinó a su hermano, pero su Creador fue testigo del crimen. Sara podía reír por su incredulidad oculta en su tienda, mas Jehová la oyó. Acán robó un lingote de oro que escondió cuidadosamente bajo la tierra pero Dios lo sacó a la luz (Jos. 7). David se tomó mucho trabajo en esconder su iniquidad, pero el Dios que todo lo ve no tardó en mandar uno de sus siervos a decirle: (2Sam. 12). “Tú eres aquel hombre”. Y a las tribus que quedaban al oriente del Jordán se les dice: (Núm. 32:23). “Pero si no lo hacéis así, he aquí que habréis pecado contra Jehová, y sabed que vuestro pecado os alcanzará”.

Si pudieran los hombres despojarían a la Deidad de su omnisciencia; ¡Qué prueba esta de que “la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede” (Rom. 8:7). Los hombres impíos odian esta perfección divina que, al mismo tiempo, se ven obligados a admitir.

Desearían que no existiera el Testigo de sus pecados, el Escudriñador de sus corazones, el Juez de sus acciones. Intentan quitar de sus pensamientos a un Dios tal: (Os. 7:2).“Y no dicen en su corazón que tengo en la memoria toda su maldad” ¡Cuán solemne es el octavo versículo del Salmo 90! Todo aquel que rechaza a Cristo tiene buenas razones para temblar ante él: “Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros yerros a la luz de tu rostro.

Pero la omnisciencia de Dios es una verdad llena de consolación para el creyente. En la perplejidad, dice a Job: “Más él conoció mi camino” (Job 23:10). Esto puede ser profundamente misterioso para mí, completamente incomprensible para mis amigos pero, ¡él conoce nuestra condición; “se acuerda que somos polvo” (Sal. 103:14).

Cuando nos asalten la duda y la desconfianza acudamos a este mismo atributo, diciendo: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Ve si hay en mí camino de perversidad y guíame por el camino eterno” Sal. 139:23,24.

En el tiempo de triste fracaso, cuando nuestros actos han desmentido a nuestro corazón, nuestras obras repudiado a nuestra devoción, y hemos oído la pregunta escrutadora que escuchó Pedro: “¿Me amas?”, hemos dicho como Pedro: “Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo” (Juan 21:17). Ahí hallamos estímulo para orar. No hay razón para temer que las peticiones de los justos no sean oídas, ni que sus lágrimas y suspiros escapen a la atención de Dios, ya que él conoce los pensamientos e intenciones del corazón.

No hay peligro de que un santo sea pasado por alto en la multitud de aquellos que cada día y cada hora presentan sus peticiones, porque la Mente infinita es capaz de prestar la misma atención a millones, que a uno solo de los que buscan su atención. Asimismo la falta de un lenguaje apropiado y la incapacidad de dar expresión al más profundo de los anhelos del alma no comprometerá nuestras oraciones, porque “Y sucederá que antes que llamen, yo responderé; y mientras estén hablando, yo les escucharé”. (Isa. 65:24). “Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; su entendimiento es infinito”. (Sal. 147:5).

Dios, no solamente conoce todo lo que sucedió en el pasado en cualquier parte de sus vastos dominios, y todo lo que ahora acontece en el universo entero, sino que, además, El sabe todos los hechos, desde el más insignificante hasta el más grande, que tendrán lugar en el porvenir. El conocimiento del futuro por parte de Dios es tan completo como completo es su conocimiento del pasado y el presente; y esto es así porque el futuro depende enteramente de él. Si algo pudiera en alguna manera ocurrir sin la directa agencia o el permiso de Dios, ello sería independiente de él, y Dios dejaría, por tanto, de ser Supremo.

El conocimiento Divino del futuro no es una simple idealización, sino algo inseparablemente relacionado con su propósito y acompañado del mismo. Dios mismo ha designado todo lo que ha de ser, y lo que él ha designado debe necesariamente efectuarse. Como su Palabra infalible afirma: “él hace según su voluntad con el ejército del cielo y con los habitantes de la tierra. No hay quien detenga su mano ni quien le diga: ¿Qué haces?” (Dan. 4:35), Y (Prov. 19:21): “Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo de Jehová permanecerá”.

El cumplimiento de todo lo que Dios ha propuesto está absolutamente garantizado, ya que su sabiduría y poder son infinitos. Que los consejos Divinos dejen de ejecutarse es una imposibilidad tan grande como lo es que el Dios tres veces Santo mienta. En lo relativo al futuro, nada hay incierto en cuanto a la realización de los consejos de Dios. Ninguno de sus decretos, tanto los referentes a criaturas como a causas secundarias, es dejado a la casualidad. No hay ningún suceso futuro que sea solo una simple posibilidad, es decir, algo que pueda acontecer o no: “Conocidas son a Dios desde el siglo todas sus obras” (Hech. 15:18). Todo lo que Dios ha decretado es inexorablemente cierto, “porque en él no hay mudanza ni sombra de variación” (Stg. 1:17). Por tanto, en el principio de aquel libro que nos descubre tanto del futuro, se nos habla de “cosas que deben suceder pronto” (Apoc. 1:1).

El perfecto conocimiento por Dios de todas las cosas es ejemplificado e ilustrado en todas las profecías registradas en su Palabra. En el A.T., se encuentran docenas de predicciones relativas a la historia de Israel que fueron cumplidas hasta en los más pequeños detalles siglos después de que fueran hechas. Ahí, también, se hayan docenas prediciendo la vida de Cristo en la tierra, y estas también fueron cumplidas literal y perfectamente. Tales profecías sólo podían ser dadas por Uno que conocía el final desde el principio, y cuyo conocimiento descansaba sobre la certeza absoluta de la realización de todo lo preanunciado.

De la misma manera, tanto el Antiguo como el N.T., contienen muchos anuncios todavía futuros, los cuales deben cumplirse porque fueron dados por Aquel que los decretó. Pero debe señalarse que ni la omnisciencia de Dios ni su conocimiento del futuro, considerados en si mismos, son la causa. Jamás, sucedió o sucederá, algo simplemente porque Dios lo sabía. La causa de todas las cosas es la voluntad de Dios.

El hombre que realmente cree las Escrituras sabe de antemano que las estaciones continuarán sucediéndose con segura regularidad hasta el final de la tierra: (Gén. 8:22), “Mientras exista la tierra, no cesarán la siembra y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche.” pero su conocimiento no es la causa de esta sucesión.

Así, el conocimiento de Dios no proviene del hecho de que las cosas son o serán, sino de que él las ha ordenado de ese modo. Dios conocía y predijo la crucifixión de su Hijo mucho siglos antes de que se encarnara, y esto era así porque, en el propósito Divino, El era el Cordero inmolado desde la fundación del mundo, de ahí que leamos que fue “entregado por determinado consejo y providencia de Dios” (Hech. 2:23). El conocimiento infinito de Dios debería llenarnos de asombro.

¡Cuán ilimitadamente superior al más sabio de los hombres es el eterno! Ninguno de nosotros conoce lo que el día de mañana nos traerá; pero el futuro entero está abierto a su mirada omnisciente. El conocimiento infinito de Dios debería llenarnos de santo temor. Nada de lo que hacemos, decimos, o incluso pensamos, escapa a la percepción de Aquel a quien tenemos que dar cuenta: “Los ojos de Jehová están en todo lugar mirando a los malos y a los buenos” (Prov. 15:3) ¡Que freno significaría esto para nosotros si meditáramos más a menudo sobre ello!

En lugar de actuar indiferentemente, diríamos, con Agar: “Tú eres un Dios que me ve” (Gén. 16:13). La comprensión del infinito conocimiento de Dios debe llenar al cristiano de adoración y decir: Mi vida entera ha permanecido abierta a su mirada desde el principio.

El previo todas mis caídas, mis pecados, mis reincidencias; sin embargo, así y todo, fijó su corazón en mi. La comprensión de este hecho, ¡cómo debe postrarme en admiración y adoración delante de él.

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February 25, 2013 Posted by | el pan diario, sermon cristiano, Uncategorized | , , , , , , , , , , | Leave a comment

INFIERNO A PAGAR

Predicado por Farin Estrada
Sept. 30, 2012

Angel Maturino Resendiz-
17 Diciembre de 1998 Houston Texas, Claudia Benton 39 años, al llegar a su casa es violada apuñalada y golpeada con objeto contundente hasta la muerte.

15 Junio de 1999 Gorham Illinois, George Morber de 80 años es acecinado por un disparo en la cabeza y momentos después la hija de este, Carolyn Frederick de 52 por golpes en la cabeza.

John Evander Couey-(Florida)
El asesino de Jessica Lunsford (9 años). El la secuestro en el medio de la noche llevando la a su casa rodante y violándola repetidas ocasiones y luego la enterró viva sentada.

Cuando yo lei esto me rodaron lagrimas por que pensé en mis sobrinos y en mis sobrinas.

En medio de todo esto los padres digieron lo siguiente en la corte:

-Su madre dijo:”El le quito su vida, el ba a pagar….el ba a pagar…”

Su padre dijo:”Espero que se pudra en el infierno.”

Joseph Edward Duncan tercero-entró en una casa el 16 de Mayo llevando con el un martillo matando a 3 personas a martillazos. Tomó a Shasta (8 años) y Dillan (9 años). Violando a Dillan en repetidas ocasiones, molestando a su familia para luego acesinarlo. Gracias a Dios Shasta fue encontrada con Edward en un restaurante Denny’s en el cual una mesera tubo el valor de hablar a la policía.

Dennis Rader(T.B.K)-Entró en la casa de la familiar Otero, mató a la madre, al padre y a uno de los hermanos. Tomó a la niña y la llevo al sótano la estrangulo y después la colgó, luego cometió un acto sexual que no puedo repetir desde este púlpito.

Uno de los familiares de las víctimas dijo:

“No habrá justicia hasta que Dennis Rader se pudra en el infierno.”

Otro individuo dijo:
“Él nunca tendrá ningún contacto cálido de amor humano de nuevo durante el resto de su existencia retorcida, mientras que el alma miserable espera pronunciamiento de la justicia una realidad que es su condenación al infierno por toda la eternidad.

Usted ve a estas personas, y dice que merecen pudrirse en el infierno, y yo tiendo a estar de acuerdo con usted. y serán juzgados, pero usted también.

La razón por la que estas personas existen hoy en día se debe a que no hay temor de Dios delante de sus ojos.

Exhortación para los pastores, líderes, ministros, evangelistas, etc. Por no predicar del temor a Dios a su pueblo.

Dios está tomando notas de todo lo que usted y yo estamos haciendo, y al final de nuestra vida vamos a rendir cuentas por ello.

2 Corintios 5:10
10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Apocalipsis 21:8
8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Budistas, Musulmanes, Hindúes, da igual su afiliación religiosa. Usted va a estar delante de mi Jesús, todo el mundo sin excepciones estaremos frente algún día ante el Juicio de Dios.

Un día mi amigo su nombre será llamado, su boleto será pagado una orden será admitida para su arresto, su tiempo vendrá la prueba habrá terminado, será ordenado de poner el lápiz abajo y darle vuelta a su hoja de examen y poner las manos en su escritorio. Tan seguro como que el sol sale y se pone en el este o el oeste, usted y yo enfrentaremos el juicio de Dios.

Tan pronto como un creyente muere o cualquier ser humano se enfrentará al juicio de Dios. Dondequiera que usted se encuentre ahora mismo viviendo mi amigo es temporal.

La Justicia va a llover, de todas las pruebas tendrá Dios un registro y los dos lados de la historia se sabrán. Cada pecado no revelado sera revelado, cada pensamiento asesino será conocido, cada acto sexual pervertido se gritaran en la sala del tribunal de Dios. Todas las mentiras, el robo, el engaño, la fornicación, el adulterio, el odio, la idolatría, los deseos mal apasionados, chismografía, todo acto de esbeltez, la codicia y la lista sigue y sigue.

Para encontrarse limpio en el día del juicio tiene que ser lavado en la sangre aquí abajo. Para que el juez le pronuncie no culpable arriba tiene que ser justificacado aquí abajo. En otras palabras Jesús lava con su sangre todos sus pecados como si nunca antes hubiera pecado.

Romanos 5:9

9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

Alguien dice Gracias Jesús.

La iglesia en Corintios

1 Corintios 6:11

11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

Hechos 4:12

12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

La sita se ha establecido, el día se acerca Te lo advierto, si no te postras aquí, serás lanzado allá arriba. Si no lloras por misericordia en el día de la salvación aquí vas a llorar con horror en el día del juicio allá y no dudes que habrá un infierno a pagar.

October 1, 2012 Posted by | el pan diario, sermon cristiano | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | Leave a comment

Predicar el Evangelio en todo momento, cuando sea necesario, utilice las palabras.

Mateo 7:20
20 Así que por sus frutos los conocerán.

Santiago 1:22-24
22 No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. 23 El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo 24 y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es.

Predicar el Evangelio en todo momento, cuando sea necesario, utilice las palabras. el consejo, originalmente propuesto por San Francisco de Asís, es aplicable hoy en día, debido a cómo se comporta el mundo dice lo que usted cree. ¿Cómo tratas a los demás, cómo gasta su dinero, cómo mantiene su casa, auto y otras pertenencias, e incluso cómo usted maneja todos hablan en voz alta sobre lo que usted cree.

El mundo tiene hambre de algo real, está en busca de respuestas a la vida. Pero el mundo no está leyendo la Biblia, a los cristianos es que están leyendo. Y van a reconocer los verdaderos cristianos por sus frutos, y no su boca, no su calcomanía, no sus pendientes transversales, pero sus frutos, sus acciones (Mateo 7:20).

Es evidente que, cómo se comporta el mundo dice lo que usted cree. En otras palabras, tu vida es un sermón.

Por lo tanto, es muy comprensible que Santiago ordena: No sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. ¿Es lo que dice. Cualquiera que escucha la palabra pero no hace lo que dice es como un hombre que mira su rostro en un espejo y, después de mirarse, se va e inmediatamente se olvida de lo que parece (Santiago 1:22-24).

La fe implica más que escuchar y creer, la fe exige una acción. Por lo tanto, la mejor manera de predicar el Evangelio, es vivir el Evangelio, porque, ¿cómo vives declara audazmente lo que usted cree.

VISITA AQUI PARA VER EL VIDEO DE ESTA PREDICACIÓN.

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June 27, 2012 Posted by | el pan diario, sermon cristiano, Testimonioals | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | Leave a comment